Rama Empanada presenta 333, una canción que no busca complacer, sino conectar desde la incomodidad, la ansiedad y el desencanto. Una carta abierta escrita desde el encierro emocional, una confesión cruda sobre el miedo al juicio, el desgaste de la vida social impostada y la lucha interna con los propios errores.
Es un retrato generacional, pero también profundamente personal. Habla del cansancio emocional, del autoanálisis tóxico, de esa sensación de vivir en pausa, buscando señales de fuga en una rutina que ahoga. La canción combina una producción minimalista y áspera, con una lírica que corta sin filtros ni metáforas elaboradas.
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